7.21.2007

Puros cuentos chinos...


Con todo el alboroto que ha armado el "ex-chino" Ye Gon el día de hoy leo en la Crónica el artículo de Poncho Vera con el cual concuerdo al 100%, así que me tomaré la libertad de transcribir íntegro lo que escribe Poncho el día de hoy:

Ye Gon... y la poca unión de los mexicanos "Ye Gon, nos exihibió. Es increíble cómo una persona con nula credibilidad, con una clara participación en actividades delictivas, o por decir lo menos, ilícitas, puso de cabeza a los medios de comunicación nacionales, la radio incluida por supuesto. Nos chamaqueó gacho, y los espacios radiofónicos le dedicamos gran parte del tiempo de los últimos días a una sarta de estupideces que dijo el señor Ye Gon para intentar defender lo indefendible, porque su caso, así es. Como comunicador, me parece que tenemos la obligación de informar, pero transmitir payasadas, por lo menos en noticiarios, no. Sí, era relevante dar a conocer las declaraciones de este individuo, pero se exageró brutalmente en la cobertura, pues, se convirtió en una chunga que le quitó tiempo a la transmisión de noticias importantes. Caímos en un juego perverso. Y lo más triste de todo es que se exhibió al pueblo mexicano como carente de unidad. Se le dio voz a auténticos reventadores que confiaban más en la palabra de alguien que nunca presentó ningún argumento creíble, que a nuestro gobierno, que a nuestros representantes. Se acusó al gobierno del país porque una persona tuvo el antojo de hacerlo, dejando de lado la responsabilidad de sus acciones. Triste, muchos utilizaron a los medios para apoyar la inverosímil versión de Ye Gon, y así poner entre dicho la honorabilidad del Presidente de la República. ¿Por qué darle mayor credibilidad a un completo desconocido que al Presidente elegido con nuestros votos en un ejercicio de libre democracia? ¿Por qué los medios le ponen tanta atención y le dedican mucho tiempo a una acusación mal estructurada, mal hecha… completamente dolosa? No podemos ser tan amarillistas, debemos de ser profesionales y tener un sentido periodístico para distinguir información auténtica de difamaciones tontas. Y en verdad que son declaraciones irresponsables que ofenden a nuestro Presidente, y no sólo él, también a nuestras instituciones y organizaciones, a nuestro sistema democrático. Nos ofenden a todos los mexicanos. Lamentable que por ambiciones de poder se aproveche cualquier babosada para desprestigiar a quien, apretadamente, ganó voto por voto y casilla por casilla. Porque creo yo que en un sistema democrático debemos de estar con el que ganó, por supuesto que no si éste se convierte en un tirano-dictador, pero, la verdad, no es el caso. Este caso pone en evidencia que a los mexicanos nos falta unidad. Este caso pone en evidencia que a los comunicadores les falte “colmillo” para distinguir mentiras y verdades. Es tristísimo que muchos piensen que Ye Gon realizó esas desafortunadas declaraciones por ser chino, lo de menos es la nacionalidad. Da pena que algunos se alegren cuando el gobierno tiene problemas. Ojalá, espero, que de todo esto aprendamos algo, que el vergonzoso caso de Ye Gon nos deje una lección. Cualquiera puede decir lo que se le dé la gana, pero, debemos de tomar las cosas de quien vienen y con responsabilidad."

En verdad es increíble como la gran mayoría de los medios de comunicación: radio, t.v., diarios, revistas le han dado espacios a este cuate que sólo se dedicó a difamar, mentir, calumniar, etc. y todo el mundo como borregos a seguirlo y "exigir" una investigación de cómo llegaron los 205 millones de dólares a casa de el "ex-chino" (ya que al ser naturalizado mexicano, las autoridades de China dicen que ya no es más un ciudadano chino...) ya parece que un cuate un día va a llegar y le va a dejar "encargados" unos cuantos milloncitos a un completo desconocido para que se los "guarde" un rato... Pero bueno, no falta el que desea tomar cualquier declaración para "llevar agua a su molino" y tratar de presionar a el gobierno que la MAYORIA DE LOS MEXICANOS ELEGIMOS.

Yo la verdad prefiero los cuentos que me contaba mi abuelita...

Así sea...


L.S.